hacia el fin del mundo IX

Improvisamos un ritual
en el silencio de la primera oscuridad.
Quemar algo que hubiera estado con nosotros
durante el camino.

Tú elegiste el cordón de tu pulsera.
Yo, la primera página de un libro de Jack London.
Encendimos una pequeña hoguera.
Tu cordón y la hoja se hicieron cenizas
y se mezclaron con la tierra y las rocas.

Recuerdo que me acerqué a una roca
y miré hacia el horizonte
e intenté sentirme dos milenios atrás.

Imaginé abismos y monstruos y horrores desconocidos
y una senda amarilla a otros mundos posibles.